En la segunda noche de Misión en esta Cuaresma, esta vez le toco al barrio Santana de nuestro pueblo, en la residencia de Wetsy y Víctor Milán, dirigida por los Caballeros de Colón. Primero se rezó el Santo Rosario. Las alabanzas, con la música del hermano Luis Reyes, dieron paso al comienzo de los mensajes en esta segunda noche de misiones. Las predicaciones de la noche, presentadas por los hermanos Sra. Carmencita Lugo y Sr. Tato Santana, quienes nos trajeron mensajes para reflexionar durante la Cuaresma y nuestra vida como cristianos.
El tema fue: "La conversión y reconciliación como camino de esperanza en este año jubilar". Cuando estamos en el camino del Señor, pasaremos por pruebas, pero Él nos va fortaleciendo y vamos ganando madurez espiritual. La conversión debe ser una meta fundamental en la vida del cristiano, es un proceso permanente en cada ser humano y cada día debemos reflexionar sobre nuestras actitudes que limitan nuestra relación con Dios. La conversión es reencuentro para orientar nuestro caminar hacia Dios.
Para ayudarnos en la conversión, está la Cuaresma, tiempo para discernir hacia dónde va nuestro corazón. La Cuaresma es el momento propicio para entrar y conectarnos con el Evangelio; momento de hablar con el Señor y adorarle. Debemos contar con una oración fervorosa y constante, participar de los sacramentos. La Cuaresma es tiempo para creer y adelantar nuestro proceso de conversión que nos lleve a nuestra meta, que debe ser nuestra salvación.
Jesucristo es nuestra esperanza dentro de un mundo hecho pedazos, un mundo fracturado. Nuestras familias también están fracturadas. Todos somos llamados a la conversión y somos los llamados a esa reconciliación que tanto necesita el mundo. Hay que mediante el perdón, abrir nuestros corazones incluso en nuestras familias perdonar para que se de esa bendición de ser restaurado.