Desde antes de las 7:00 a.m. comenzaron a llegar fieles para venerar esta reliquia y presentar sus intenciones. Comenzamos con el rezo del Santo Rosario y una catequesis sobre las reliquias y diferentes momentos de la vida del Cura de Ars. Luego de las 9:00 a.m. los sacerdotes, diáconos, consagrados(as) y religiosos(as), tuvimos el rezo de la hora tercia y una reflexión de Fray Roberto sobre el impacto del Cura de Ars en su parroquia y como su corazón estaba lleno del amor de Dios para llevarlo a los demás, su predilección por los más pobres, su amor a la Eucaristía y el celo por la salvación de las almas. Clausuramos la actividad con la Santa Misa presidida por Mons. Álvaro Corrada del Río y concelebrada por más de 30 sacerdotes.
Presentamos algunas ideas desarrolladas por el Sr. Obispo y cito: “Estamos en un momento de oración profunda y damos gracias a Dios porque hace santos(as). Nos llenamos de alegría y la gracia de Dios que tiene con sus santos. El misterio eucarístico fue el corazón de las meditaciones del Cura de Ars. Este santo daba ejemplos de oración y preparación a la celebración de la Eucaristía. Su servicio a los más vulnerables era para él un ministerio. Dedicaba largas horas para administrar el sacramento de la reconciliación con un carisma muy particular. La catequesis y la predicación eran bien preparadas y les dedicaba gran parte de su tiempo. Todos los bautizados, decía el Sr. Obispo, estamos llamados a predicar el evangelio con un estilo semejante al Cura de Ars. No podemos olvidar sus penitencias rigurosas y su sentido de familiaridad. Debemos ser como atalayas y dar sentido de vida en Cristo, llenos de alegría y de respeto a las personas (cuidar las cosas sagradas, pero, sobre todo, mirar la cama del enfermo y del anciano como un lugar sagrado.
Hablando de la santidad, el Sr, Obispo señaló que esta sed de santidad y la sangre de santos fluye en nuestro Puerto Rico (María Soledad San Sanjurjo, Madre Dominga, Beato Carlos Manuel y Rafael Cordero). También, junto al clero, estamos en el proceso de Mons. Romualdo Ortiz.
Finalmente destacó la responsabilidad que sentía el Cura de Ars por la salvación de todos sus feligreses. Esta preocupación de su corazón es la cualidad del misionero(a). Predicar el evangelio es llevar la preocupación de tu corazón por la salvación de los demás. El Papa Francisco ha designado que el mes de octubre se dedique a la misión, sed de llevar a todas las personas y las familias a Dios. Hoy hemos visto y venerado el corazón de este santo, nunca olvidemos que detrás de ese corazón está Dios”.
Agradecemos a los Ujieres de Cáritas La Milagrosa y a los grupos apostólicos de nuestra parroquia por su dedicación a organizar y trabajar duro para el éxito de esta actividad. Fue de gran bendición y un honor tener en nuestra Parroquia la Reliquia del Corazón Incorrupto del Santo Cura de Ars. Gracias de parte de nuestra comunidad y muchas bendiciones.