La Parroquia San Francisco de Asís de Aguada en coordinación con el Comité de Animación de la Capilla Nuestra Señora del Perpetuo Socorro del barrio Mamey de Aguada, el 15 de marzo celebró una mañana de reflexión cuaresmal. El lema de la misma fue: "La conversión como un camino de esperanza". Se usó como texto base Juan 14, 6: "Yo soy, el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, si no por mí". La mañana se dividió en tres enseñanzas, dirigidas a meditar sobre cómo está nuestra vida espiritual e integral de cara al tiempo de Cuaresma y cómo me preparo para la Pascua . Guelo, Héctor y Zenaida, tres hijos de nuestra Parroquia, tuvieron la responsabilidad de desarrollar los temas. Guiados por el Espíritu Santo, cada uno expuso el mensaje con total entrega, humildad, compromiso y cuidado. Poco a poco fueron llevando a los presentes mar adentro y sumergiéndose en el amor, perdón y misericordia del Señor. Fue muy impactante y conmovedor la manera en que expusieron el tema correspondiente, dejando claro como Dios a pesar de las flaquezas y debilidades del hombre, siempre sale al encuentro de todos y nos da una oportunidad. Cada uno de estos hermanos se hizo cercano con el pueblo allí reunido por medio de sus impactantes testimonios de vida. Se nos interpeló para que tomáramos muy en serio que nuestro cuerpo es Templo del Espíritu Santo y que debemos luchar arduamente por guardar este cuerpo porque ahí habita Dios. Guelo expuso la enseñanza: "Cómo abandonar los malos hábitos", lo desarrolló de manera magistral y realmente sacudió nuestro ser y nos motivó a luchar por vivir una vida agradable a Dios. La segunda enseñanza a cargo de Héctor fue: "Comenzar nuestro proceso de conversión" que es constante, hasta el último día de nuestra vida. Nos comentó que Dios espera al pecador con mucha paciencia y amor. Nos llama a romper con todo lo que nos detiene en este proceso de conversión y nos dejó con la tremenda frase: "¡Cristo puede más...!". En la tercera enseñanza: "Perseverar en la fe y la esperanza en Cristo", Zenaida nos presentó a Job, quién lo perdió todo, pero jamás renunció a su confianza en Dios y que nosotros también debemos depositar la confianza en el Todopoderoso y jamás dudar. Nos llamó la atención cuestionando a los presentes: "¡Cuidado con ser una de las espinas de la corona de Cristo, o uno de los clavos o la lanza que traspasa su corazón... Para culminar el diácono Gerardo Cabán expuso el Santísimo un ratito y lo llevó por cada rincón de la capilla donde fue alabado, donde pudo recibir todo lo que se le fue entregando. Agradecemos la presencia de Fray Carlos Cordero y dos sacerdotes que administraron el Sacramento de la Reconciliación. Se agradece al Comité de Animación por haber respondido al Señor y haber organizado con excelencia esta mañana de reflexión. Se agradece a los predicadores, al coro, a las personas que prepararon la merienda y todos los que aportaron sus dones y talentos. Damos gracias a Dios por todos los que respondieron a la invitación del Señor. Sabemos que se sembró una buena semilla y que cayó en tierra fértil... El fruto será abundante