La parroquia San Francisco de Asís de Aguada, el 29 de marzo llevó a cabo su retiro cuaresmal. Kiki Troia fue el recurso que compartió el mensaje del Señor por medio de la Palabra y hermosas melodías de alabanza y adoración, que poco a poco fueron profundizando en todos los presentes. Cabe mencionar que el Centro de Espiritualidad Madre de la Consolación estaba completamente lleno de feligreses ávidos de recibir el mensaje del Señor a través del hermano Kiki. De una manera muy íntima y familiar nos pidió que pensáramos cuán feliz estaba Dios, nuestro Papá, al vernos madrugar, vestirnos e ir a su encuentro esa mañana. Nos dijo que el Señor se vale de muchas situaciones y personas para estar con nosotros. No importa de dónde venimos ni cuál sea nuestra historia, en la casa del Padre hay un lugar para todos nosotros. Es el lugar del descanso, de la paz, de entregar y de volver a empezar de nuevo. Llegamos al lugar correcto y Jesús nos recibe como recibió al hijo pródigo. La primera charla : "¿Cuánto me pide Dios?" Nos interpeló diciendo que no podemos ser católicos de ocasión y la urgencia de buscar tener una experiencia personal con el Señor. No podemos tener miedo a lo que Él nos pide. Dios no pide mucho, lo pide todo. Y te dará la Vida Eterna, y estarás en su presencia. También Dios nos dio todo: nos dio a su Hijo. Con un hermoso testimonio de cómo fue su encuentro personal con el Señor, en reiteradas ocasiones dijo que era un detalle hermoso de Dios que estuviéramos allí. Era un gran detalle que Él nos mirara, nos llamara y escogiera ¿Cómo vamos a responder a tantos y tantos detalles que ha tenido con cada uno de nosotros? Terminó cantando y nosotros con él, la canción "Qué detalle", mientras la cantaba la fue explicando poco a poco. La segunda charla: "Pagar el precio", cuando se toma la decisión de responder a lo que pide Jesús, debemos asumir posturas, hay muchas cosas que dejar, cambiar y hacer nuevas. La vida no puede ser la misma. Vendrán pruebas, tentaciones, pero debemos seguir, no tener miedo ni mirar atrás. Jesús pagó el precio por nuestra salvación y ¿Qué haremos nosotros? Por medio de cánticos, Kiki y un grupo de jóvenes nos fue llevando a una intimidad con el Señor, en su presencia, abrazados a Él y luego de un rato de adoración, los jóvenes hicieron una hermosa oración que como espada de dos filos fue penetrando el corazón de los presentes. Otros jóvenes adoraron al Señor por medio de sus danzas. Este maravilloso retiro concluyó con la Misa, presidida por Fray Carlos Cordero. Que detalle Señor has tenido conmigo, cuando me llamaste, cuando me elegiste, cuando me dijiste que yo era tu amigo....que detalle